El Circo es el puente que se ofrece para que, a través de él, el niño pueda conocerse a si mismo, descubriendo sus posibilidades y sus limitaciones, y a la vez pueda conocer el mundo que le rodea, a sus otros compañeros de juego o de clase y de qué manera puede relacionarse con ellos sin rechazar y sin ser rechazado.

Este sería nuestro primer objetivo: cómo, a través de las técnicas de circo (equilibrios, malabares, acrobacia, trapecio), puedo hacer aprender al niño, algo tan básico como, por ejemplo, respetarse a si mismo y a los demás.

DISFRUTAR APRENDIENDO
Todas las actividades propuestas se realizan a través del juego, el ambiente alegre del juego que permite la confianza llevando al niño de una manera natural a ejercer todos sus dones, permitiendo, también, el descubrimiento de sus propias cualidades.